Una imagen fotográfica que considero superlativa.
Autorretrato con hijos (1947), Annemarie Heinrich
Elegí esta imagen porque me resulta admirable el juego de perspectivas que crea, y cómo permite reconstruir el espacio detrás de cámara y a todos los personajes que componen la escena. Hay varias imágenes más de esta serie de autorretratos de Annemarie Heinrich que son igual de innovadores, pero este es el que me resulta más curioso. Me ocurrió que al principio no comprendí el título, con "hijos" en plural, porque no veía a su hija en el encuadre y me tomó un momento reconstruir su figura. Al reparar en eso también noté la escala en la que se muestran estos tres personajes, los tres en escalas diferentes y con un ritmo descendente que casi obliga a la vista a dibujar un espiral, sólo vemos fragmentos de su hijo, a ella la vemos de las piernas hacia arriba y su hija se ve de cuerpo entero, aunque esté en una posición plegada. Es igual de interesante intentar comprender cómo funciona la luz en esta fotografía, la dureza de la misma se debe a que notablemente se trata de luz natural, esto invita también a pensar en lo complejo de planear este encuadre, contando con una angulación favorable de la luz del sol que probablemente no fuese a durar mucho más tiempo.
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